miércoles, 15 de agosto de 2012

EL PODER DE LOS SUEÑOS

Me puede el sueño, debe ser cosa del verano, de la tensión, de la presión sanguínea o del mismísimo miocardio. También me pueden los sueños y eso ya no sé por qué es. Quizás las fobias, las manías, las fantasías (nadie ha dicho sexuales) o que uno lleva muchos sueños infantiles de retraso y van surgiendo ahora, por aquello del medio siglo. El caso es que cada día sueño una gilipollez más grande y encima, al despertar, me acuerdo a la perfección de todo tipo de detalles por si algún día me pilla un psicoanalista argentino para desmenuzar mi conciencia o hacerme una disección cerebral, que es más o menos lo mismo.
Hace unos días soñé que dos compañeros de trabajo se iban a trabajar a nuestra más "tocahuevos" competencia y empecé a agobiarme pensando que podría ser una premonición. Ayer volví a soñar con otros dos chicos de la oficina, pero en esta ocasión lo que ocurría es que íbamos a un entierro en el que teníamos que sacar el féretro a hombros y como a ellos les tocó juntos, de tanto arrimarse uno a otro, con el vaivén de los pasos marciales, la emoción del momento y el rozamiento de cebolleta con el de delante, terminaron enrrollándose y ahora son pareja gay. Bueno, ahora no, en el momento de despertarme después de este sin sentido onírico. Podría dar más detalles e incluso los nombres de la parejita, pero no lo hago por respeto al muerto, que ni siquiera sé quién era.
No hace falta que insista en que hay alguna clavija mal enchufada en mi fucking cabeza y que por las noches se libera y se desmadra para vergüenza mía. Es como si mi cabeza se fuera por un lado y el cuerpo por otro y como podéis ver, esto es algo que me viene de lejos, incluso de cuando tenía el pelo negro.

2 comentarios:

  1. Este de la foto era mi medio novio.........

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  2. Para que te comas más la cabeza: tus sueños esos tan largos en realidad solo duran unos 5 segundos, los inmediatamente anteriores a despertarte,inquietante no? La cantidad de gilichorradas que caben en unos segunditos de nada. Por cierto te animo a seguir soñando con tus compañeros de trabajo, sobretodo porque tiene que ser un descojono verlos al día siguiente, y poder reírte sin que nadie sepa nada, mala que es una...

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