miércoles, 4 de enero de 2012

LA BERLUSCONIZACIÓN

El ser humano es tan masoca que se regodea en las malas noticias, disfruta con las más aterradoras amenazas, se encuentra en su salsa ante el pesimismo más exacerbado, pero cuando llegan las buenas noticias, las degustamos o festejamos durante un segundo y a otra cosa. ¿Cuántos años nos hemos pasado diciendo que era intolerable que Berlusconi fuera presidente de Italia? Podríamos llenar una biblioteca con escritos y lamentos de toda persona medianamente cívica por la presencia de semejante personaje en la vida política. Sin embargo, cuando menos lo esperábamos, desapareció, hizo mutis por el foro y no los celebramos como se merecía. Quizás es que ya estamos de vuelta, que hemos perdido toda confianza en la clase política, que no tenemos ninguna esperanza (salvo la Aguirre) y que cada día somos más escépticos. La desaparición del Cavaliere hubiera sido motivo más que suficiente para una gran borrachera colectiva de todos los europeos, un descontrolado fiestorro, una desenfrenada orgía como las que se gastaba el menda. Pero nada, un titularcillo y a seguir fustigándonos con la prima de Merkel.
Por otro lado, llevo tiempo preocupado por la "Berlusconización" de nuestra política. La aparición de personajes ajenos a la carrera política, que llegan a cargos por ser famosetes en otras lindes me da mucho miedo. Con todo el aprecio que pueda tenerles como deportistas, no me parece serio que Marta Domínguez y Abel Antón sean senadores; sinceramente creo que no están preparados y que su presencia lo que hace es confirmar la sospecha de que en el fondo el Senado sirve de bastante poquito. Tampoco sé muy bien cuáles son los méritos de Toni Cantó para ser representante del pueblo. Lo de Ana Botella es otra cosa, aunque mucha gente la critique, ella sí tiene mérito y valor, porque meterte en la cama cada noche con aquello al lado, debe ser duro de llevar.
Me preocupa que tomemos el rumbo erróneo de Italia, pero también que los ciudadanos de a pie seamos tan dóciles y nos dejemos manejar, engañar y hasta robar por algunos de los que en teoría nos representan. Toda la vida oyendo a la gente decir lo del dinero de todos los españoles cuando se habla de impuestos y servicios sociales. El dinero de todos para pagar los excesos y desmanes de tanto caudillete municipal, autonómico o estatal que derrochaban para agrandar su currículum de inauguraciones y ganar votos. Y ahora nos piden que pongamos la pasta y nadie dice nada. Nos engañan y lo entendemos porque tenemos miedo. Nos han metido miedo. Los ciudadanos son los que están en el paro, los que sufren los recortes, los que pagan la factura y la gris clase política, o por lo menos el bipartidismo gobernante, es incapaz de proponer una sola medida de carácter positivo y creativa para dar un giro al "truculento" panorama. No dan explicaciones, pero tampoco nadie las pide, hasta los periodistas están corderitos... Qué más da, si no sirve de nada, si puedes mentir, ser corrupto, robar o lo que sea, que te volverán a votar. Como decían los chicos del 15M, "lo llaman democracia pero no lo es".
Me parece que me voy a exiliar a Senegal donde se presenta a las elecciones Youssou n'Dour que tampoco se puede decir que esté preparado para político, pero por lo menos dará las ruedas de prensa cantando y lo hace como los ángeles.

1 comentario:

  1. Y yo que pensaba que esta entrada se titularía VICISSITUDES... que desilusión, jo. Marta dale una vuelta a tu hija por el parque Europa de Torrejón a ver si, aunque sea en miniatura, se sitúa un poquito. Montse, de acuerdo 100%, las cañas, como en Madrid en ninguna parte, por eso lo de "DE MADRID AL CIELO".

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