martes, 10 de enero de 2012

MI PROPIA AUTOPSIA

Los Reyes Magos son unos indeseables. Resulta que a mi mujer le han traído la colección completa de la serie "A dos metros bajo tierra". No sé cuántos DVDs con todos los capítulos de cinco años de esta siniestra historieta sobre enterradores. No puedo juzgar si es buena, que creo que sí lo es, porque apenas he podido ver unos segundos y de inmediato he salido por patas de la habitación para no ver esas fantásticas escenas de féretros, entierros, ataudes, funerarias, cadáveres o autopsias. Ya sabéis que con este tema soy un poco especialito, maniático o gilipollas, pero como decía Nacho Vegas, cada vez que paso delante de una funeraria me agacho para que no me tomen las medidas.
Eso no quiere decir que no tenga un exquisito gusto por el humor negro y que bromee a menudo sobre mi propia muerte. Supongo que si me pilla un psicólogo (tranquilos que no me va a pillar), me diría que precisamente hago bromas sobre la muerte porque le tengo un gran miedo. Nosajodio, con la pinta tan siniestra que tiene la muy cabrona con su guadaña.
-¿Por qué estás tan triste?
-Porque han operado a mi padre...
-Bueno, no es para tanto, ¿no?
-Es que le han operado de autopsia...
Reconocer que el chiste es bueno. No es autobiográfico, aunque mi pobre padre tuvo una operación bastante divertida, aunque a él no le hizo ni puta gracia. Resulta que se le despegó un puente que llevaba en la dentadura, se lo tragó y se le quedó en el esófago. Os aseguro que la radiografía era angustiosa pero invitaba a la carcajada, aunque peor fue el comentario de su galerista que preguntó por el estado del coche, cuando mi madre le comentó que estaban en el hospital porque "mi padre se había tragado un puente". Siniestro total, que gran grupo. Si eres Dj de una fiesta, tira de su discografía, no te dejarán mal.
Todo esto viene como preámbulo de la última entrega de los fascículos coleccionables sobre mi enfermedad de riñones, esa que tanto el doctor como muchos de vosotros, pensáis que es psicológica. Tras los análisis adulterados por los excesos navideños, fui a hacer la radiografía de mis tripas. La llaman ecografía y es la fórmula que se utiliza para hacer la primera foto de tus hijos. Todavía me acuerdo de la primera vez que vimos a Dieguillo en el aparatejo ese y discutíamos: "Pues yo creo que se parece más a mí, pero ha sacado la nariz de tu madre..."
Entré, me tumbaron en una camilla, me untó el doctor un pringoso ungüento por la panza y empezó a pasarme una especie de minipimer por todas partes: "El hígado está bien, el bazo izquierdo está bien, el bazo derecho esta correcto... Perdone que tengo que coger el teléfono porque es un asunto importante..." Me acojoné y mucho. Es verdad que había sonado el teléfono y no sé porqué pensé que la llamada tenía que ver con mi estado de salud. Paso a trascribir la parte de conversación que escuché. Evidentemente al otro interlocutor, que creo que era la mujer del médico, no la oí:
-Ring, ring... o mejor dicho, tirorirorirorin tiroriroriroran... suena el teléfono.
-Ya te entiendo, pero es mejor que pongas en el parte de defunción que ha sido un par de horas antes.
-Es que sino no podemos enterrarlo mañana y es una gracia.
-De lo demás no te preocupes, que ya llamo yo a la funeraria y ellos se encargan de todo.
-Tranquila mujer, que ahora voy para allá, estoy acabando con un paciente y me a acerco.
Os juro que fue así la conversación y que mientras tanto la minipimer seguía dando vueltas por mi barriga buscando algo espantoso que no terminaba de encontrar. Obviamente a mí se me cortó la digestión, me puse a temblar pensando en el ya cadáver, reflexionando sobre esas últimas palabras "estoy acabando con un paciente" y dispuesto a firmar donde fuera mi donación de páncreas, píloro y hasta de colon si fuera necesario. Nunca jamás pensé que iba a asistir en vivo a mi propia autopsia.

2 comentarios:

  1. ¿y de los riñones que? ........no nos dejes en pascuas.
    No te mires tanto por dentro, que en el fondo, no se ve. A ver si a lo tonto a lo tonto, te retirar de la cerveza y del tinto y la lias parda......que a tu edad los otros vicios se van solitos.

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  2. Hola Diego, hacía mucho que no lloraba de la risa, me he divertido mucho con esta entrada (he de reconocer que aunque la muerte tampoco me atrae nada el humor negro me encanta! Tampoco daré opción al psicologo para enterderlo!) . Gracias por estas entradas! Besos, Beatriz (amiga de Jesurf)

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