lunes, 21 de noviembre de 2011

A CIENTO DIEZ

La mortandad en accidentes de tráfico es uno de los marcadores más fiables del nivel de desarrollo de cada país. Los suicidios también lo son, pero al revés. En los países nórdicos muere muy poca gente en accidente, pero se suicidan a granel. En África se matan como chinches en la carretera o los caminos, pero casi nadie se suicida. No lo necesitan. Una amiga me dijo el otro día que en Japón también se suicidan a patadas. Claro, en el pais del harakiri, el kamasutra y los kamikazes, es normal que se suiciden a patadas, pero hay que reconocer que el método es difícil y doloroso.
Todo esto os lo cuento porque me apetecía hablar bien de Rubalcaba, aunque ahora se lleve lo contrario, y me he acordado de uno de sus grandes logros, que ha sido reducir en centenares los muertos en accidentes de tráfico. Las campañas truculentas y las medidas represoras, como el carnet por puntos, dieron muchos más frutos que todas las políticas recaudatorias previas. Todavía queda algún radar o foto-semáforo puesto con objetivo económico (tengo un amigo que ha perdido todos sus puntos en el mismo semáforo de turistas) pero en la mayoría de los casos los situaron en zonas peligrosas, antes de curvas chungas y consiguieron una verdadera concienciación para reducir las cifras. Nunca le he visto sacar pecho por esto, pero creo que podría hacerlo porque era un tema disparatado que nadie sabía cómo atajar.
Lo que todavía no he terminado de entender es la ida de olla de mezclar economía y tráfico y bajar la velocidad de 120 km/h a 110 km/h. Nos convencieron diciendo que se iba a ahorrar una millonada en combustible, se aplicó la medida y después se retiró con el argumento de que había sido un éxito y había ahorrado millones de euros. O yo soy idiota o había algo que no era cierto. Si se había ahorrado tanto dinero ¿por qué no se prorrogó la medida en el peor momento de la crisis? Además, el cambio coincidía con una insistente campaña para que los conductores no abusaran del carril izquierdo. Las dos medidas resumen muy bien las causas del enorme castigo recibido por el PSOE: sus dubitativas y mal explicadas medidas económicas y su giro a la derecha.
Conclusión: la gente interpretó las llamadas de la DGT de forma muy obediente, pero a su manera: abandonaron el carril izquierdo y se amontonaron en la derecha y redujeron a 110... El número de diputados socialistas.
De cualquier modo, tranquilos que aunque España sea ahora un país más desarrollado y yo estuviera algo deprimido ayer, no he pensado en el suicidio. De momento.

3 comentarios:

  1. A 110 mi coche gastaba más, es automático y se quedaba una marcha más corto el jodío. Así que yo he sido una mala ciudadana y no he reducido la velocidad, ni modificado el consumo. Ni reducido el número de diputados socialistas tampoco que conste.

    ResponderEliminar
  2. Es que hay 5.500.000 menos de desplazamientos todos los dias. Hay 5.500.000 de personas que se tienen que quedar en sus casas porque no tienen trabajo.

    ResponderEliminar