miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL TECLADO DE MI ORDENADOR

Le compré mi ordenador a Steve cuando todavía estábamos en California. Nosotros nos despedíamos de nuestros amigos sanfranciscanos y él se despedía del mundo. Yo y mi puto humor negro... Qué falta de respeto. Bajé al Apple store de Chesnut, pedí precio y consejo y me convencieron. Después llamé a mi asesor Tafi y fue contundente: "Al precio que está el dólar, no lo dudes". Fue una buena inversión por tres razones: La primera porque era evidente que el diferencial del bono se iba a disparar en poco meses y nos íbamos a ver abocados a una crisis de confianza que iba a fortalecer de nuevo al dólar; la segunda porque ya por entonces Diego empezaba a tener afición por el deporte del motor y eso ampliaba las posibilidades de que se rompiera un pie y por tanto precisara de un ordenador portátil para trabajar y divertirse mientras tenga la pata chula; y la tercera, la tercera... No me acuerdo, es que estoy demasiado metido en política últimamente.
Así que Diego heredó, sin necesidad de que yo la palme, y yo estrené Mac. Hasta ahí todo muy bien, porque además ya sabéis que los usuarios de Apple somos casi más fieles que los votantes del PP (he dicho casi) y disfrutamos tanto usando sus aparatitos que terminamos siendo sus mejores prescriptores. Vamos, que nos han metido la manzanita en vena. Sin embargo esta entrada es para quejarme del fucking esbirro de Jobs que me dijo que no pasaba nada por comprarme el ordenador con teclado americano porque podría cambiarlo o adaptarlo: "lo mejor es que lo pida cuando llegue a España -dijo- que yo ya se lo habré vendido y estaré bien lejos suyo -pensó-."
Ahora resulta que no se puede cambiar el teclado tan fácilmente porque el Español tiene más teclas y con una distribución distinta y habría que cambiar toda la carrocería del "laptop"pagando la consiguiente pasta... en euros. Tampoco le puedo poner una funda de esas que protegen pero que llevan escritas las letras, porque tampoco encaja en el teclado yankee. La opción de seguir con las distribución original la descarto por patriotismo y porque ninguno entenderíais frases como "una manana un nino espanol manoso le hizo un mono a una muneca en el cono". Joder, no penséis que soy un perturbado, es lo primero que me ha salido en el buscador, además de otras muchas ñoñerías. El caso es que la que parecía menos mala de las soluciones era mantener el teclado americano pero con la configuración española y hacer un buen entrenamiento para aprenderme los cambios de teclas. Voy loco. La ñ está en el punto y coma, la interrogación en el más, el paréntesis en el asterisco y las comillas en la arroba, todos los signos están cambiados...Tengo la picha hecha un lío y todavía no he encontrado dónde está la c con cedilla, así que no os podré hablar del Barca ni de mi querida Nova Canco, correctamente.
Las tres últimas ocurrencias no son malas. Una es poner pegatinas en las teclas con el verdadero uso de cada una, pero va a quedar bastante poco "apol";  otra sería escribir todo utilizando sólo letras, sin ningún signo de puntuación, y por supuesto sin ñ, pero he hecho una prueba y ni siquiera yo lo entiendo; y la tercera y definitivamente vencedora ha sido la de comprarme un teclado inalámbrico con las letras españolas. Así que ahora tengo un maravilloso ordenador portátil de última generación con doble teclado... Lo más

1 comentario:

  1. Al menos no te convencieron en USA de comprarte y traerte una tele, eso si hubiera o hubiese sido la GRAN CAGADA.

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