miércoles, 30 de noviembre de 2011

LAS MEIGAS DE SENEGAL

Non creo en meigas, pero haberlas haylas y son senegalesas. Hace un rato leía un Tweet bastante gracioso de Ignacio Escolar que decía: "Elecciones, el 20N. El Congreso abre el martes 13. Los ministros, el día de la lotería y la reforma laboral, en Reyes. Temo santos inocentes"... Estamos rodeados de preocupantes casualidades como que Angela Merkel haya nacido el mismo día que Santiago Segura o que nuestra Espe, celebre cumpleaños con José Lladró, nuestro más reputado ceramista. Creo que con la enfermedad me estoy volviendo un frikie de esos.
Me voy a Senegal, que es por dónde había empezado. Su capital es Dakar, más conocida como París Dakar. Una interesante pero tumultuosa capital africana como la mayoría de las ciudades grandes del continente. Frente a ella se sitúa la multicolor isla de Goree, uno de los lugares más bellos y tranquilos del mundo, siempre y cuando no sepas su historia. Los gritos y gemidos de los más de doce millones de esclavos que fueron trasladados allí durante décadas para ser llevados en barcos a Estados Unidos, todavía suenan por sus callejuelas. A la isla se llega en un pequeño ferry, ahora; entonces lo hacían en atiborradas barcazas de las que siempre se caía algún pobre, pero quizás afortunado, esclavo. Se lo comían los tiburones que habían hecho de la Isla el mejor comedero del Atlántico. El resto esperaban su turno para embarcarse en el barco de la mala suerte, un carguero humano que durante semanas les llevaría en condiciones patéticas hasta las costas americanas. La mitad de ellos llegaban débiles, enfermos, pero llegaban, la otra mitad, los de mejor suerte, morían en el camino. Leo todo esto en uno más de mis libros de Kapuscinski, con quien he aprendido casi todo lo que sé de ese maravilloso continente.
Sigo el relato de la historia de Goree y me percato de que estoy sentado en una silla que compramos hace años en la Isla de Goree. Me doy cuenta, sonrío por la casualidad, en el momento en que aparece Montse en el salón a enseñarme unas fotos de unos toldos preciosos que quiere poner en casa. Unos preciosos toldos en unas espectaculares fotos de la Isla de Goree. Empiezo a acojonarme por la coincidencia y dejo de leer, busco un papel para marcar la página y lo hago con un folleto que el otro día me dio nuestro amigo Che Marchesi del hotel que ha abierto con unos amigos... ¿Sabéis dónde está el hotel?

3 comentarios:

  1. Tu verás Diego, las coincidencias no existen, ya nos contarás hacia donde deriva todo esto... ;-). besos, Beatriz (amiga del que se ha quedado sin puntos del carnet de conducir)

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  2. ¿Os vais a ir a Senegal y aún no lo sabeis?. De todas formas este blog últimamente no nos da para alegrías, entre hospitales, muerte, enfermedad, esclavos, la crisis y el libro que me estoy leyendo..........vaya depresión. Y encima cuando sale algo de cama no tiene nada que ver con lo que mi mente calenturienta piensa. Por favor , sólo un día, una entrada que nos suba más la moral, que nos haga reir sin pensar en nada....

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  3. Diego ¿ alguna vez te has hecho las pruebas de intolerancia al Paracetamol o Ibuprofeno ? .....
    Apoyo la peticion de Luisolgajuancarlos.

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